Lo quería, lo quería con toda mi alma. Pero las cosas como van vienen, se acabó.
Vi cortadas de un único y veloz tajo todas las cuerdas que me ataban a mi existencia, y con la misma facilidad que si fueran los cordeles de un manojo de globos. Todo lo que me había hecho ser como era: mi amor por ese chico, mi amor por mis padres, mi lealtad hacia mis seres queridos, el amor hacia mi hermano, el odio hacia mis enemigos, mi casa, mi vida, mi cuerpo, desconectado en ese instante de mi misma. Y clac! se cortó y salió volando hacia el espacio.
Pero yo no flotaba a la deriva. Un nuevo cordel me ataba a la vida. Y no uno sólo, sino un millón, y no eran cordeles, sino cables de acero. Sí, un millón de cables de acero me fijaban al mismísimo centro del universo. Y podía ver perfectamente cómo el mundo entero giraba en torno a ese punto. La gravedad de la Tierra ya no me ataba al suelo que pisaba. Lo que ahora hacía que tuviera los pies en el suelo erais vosotras, siempre ayudandonos las unas a las otras, apoyandonos, riendo, llorando de rabia, divirtiendonos,entendiendonos, pero por vosotras y sol por vosotras sigo donde estoy, porque me gusta sacaros una sonrisa, porque me gusta veros bien, y soys esas personas tan importantes en la vida de otras que haceis que todavia siga atada a la vida, porque no se que haria sin vosotras. Os quiero muchisimo.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
martes, 1 de septiembre de 2009
Nunca digas nunca

No esperaba una respuesta. Sin embargo, la esperanza era lo último que se perdía. Me dije que había merecido la pena decirle la verdad aunque solo fuera por tener la conciencia tranquila, y lo creía de todo corazón, pero no por eso fue más fácil tener que afrontar que mi confesión no había servido de nada. Lo había perdido para siempre... Y era así, lo perdí, y ahora no podía hacer nada, no podía rectificar, demasiado tarde para afontar la verdad de mis palabras... Pero en mi interior todavía yacía ese intenso pero estrecho rayo de luz, la esperanza, y esa luz nunca se apagaria, pero, nunca digas NUNCA...
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)